¡Hola Alicia! Te escribimos para agradecerte toda la dedicación y la buena organización de nuestra luna de miel a Australia este verano de 2018… si algún viaje tenía que ser especial, era éste y, sin duda, cumplió con nuestras expectativas.

 

Empezamos nuestro viaje en Adelaide para dirigirnos a Kangaroo Island, siguiendo tu recomendación… y fue todo un acierto, es una isla maravillosa, repleta de vida, donde pudimos tener nuestro primer contacto con las especies propias de Australia, desde canguros y koalas a wallabíes, leones marinos, focas, pingüinos… y una vegetación impresionante. ¡Toda una experiencia!

Nuestro siguiente destino tampoco nos defraudó, Melbourne es una ciudad muy moderna y llena de vida, con un skyline que no te deja indiferente.

 

De allí iniciamos nuestra ruta por la Great Ocean Road que, a pesar de algunos momentos de lluvia y viento (no olvidemos que allí era invierno), pudimos disfrutar de grandes paisajes a lo largo de toda la ruta por la costa, como son los Twelve Apostles, el London Arch o Cape Otway.

 

Del invierno del Sur de Australia pasamos al clima tropical de Queensland, en la zona de Cairns y alrededores. Desde Kewarra Beach, alojados en el espectacular resort que nos aconsejaste, visitamos la zona de Daintree, donde se une la selva tropical con unas playas de ensueño… y nos adentramos en el mar para disfrutar de un día de snorkel, ¡cuánta vida y color hay en la Barrera de Coral! Es algo que jamás olvidaremos.

 

Continuamos nuestro viaje recorriendo la costa de Queensland hacia el sur, visitando Magnetic Island y sus koalas; las Whitsundays, con sus playas blancas de sílice pura y aguas cristalinas, un paraíso hecho realidad; Hervey Bay, donde pudimos avistar ballenas, y Fraser Island, una isla virgen, con lagos de agua de lluvia y playas infinitas.

 

Nuestra siguiente parada fue en Sydney, que nos fascinó tanto de día como de noche, cuando se convierte en todo luz, destacando la Ópera y el Harbour Bridge, el barrio The Rocks y el jardín botánico. Desde allí pudimos escaparnos a las Blue Mountains y hacer una ruta por los senderos de la zona, divisando sus acantilados, grandes extensiones de bosques de eucaliptus y cascadas impresionantes.

 

 

El último destino era, para nosotros, el más especial: Uluru, territorio aborigen y un lugar mágico, que te invade de sensaciones inexplicables y que no consigues comprender hasta que recorres sus tierras rojizas y aparentemente inhabitadas… y qué decir de su cielo estrellado ¡es una experiencia única!

 

Australia es un destino especial, lleno de vida, con una fauna y vegetación que no se encuentran en ningún otro lugar, y sus gentes son amables y acogedoras. Allí hemos podido disfrutar de puestas de sol a todo color y de una noche oscura y estrellada inigualable.

 

No tenemos suficientes palabras para describir todo lo que hemos vivido en este viaje ni para agradecerte tus buenos consejos… no era fácil organizar un viaje tan completo en tan poco tiempo y, sin embargo, ¡tú lo has hecho posible!

Sin duda, volveríamos a confiar en vosotros, sois unos grandes profesionales.

 

¡GRACIAS!

Sandra y Toni