Cuando sientes la llamada de África lo mejor es adentrarse en el corazón del país que mejor refleja la belleza de este continente. Por ejemplo, un viaje a Tanzania es la búsqueda de una experiencia única, conocer el Parque Nacional del Serengeti, Tarangire o el cráter del Ngorongoro, donde destaca su fauna salvaje y sus impresionantes paisajes, es un viaje memorable en el tiempo. Sin olvidar el gran atractivo de las tribus que habitan las llanuras y que centran su actividad en el pastoreo, o los pequeños poblados de los pescadores de las costas de Zanzíbar.
Kenia es el clásico y más conocido. Sus parques como el lago Nakura con los miles de flamencos que habitan en sus aguas, el parque Amboseli famoso por sus manadas de elefantes, y Masai Mara donde se produce la gran migración cada año.
Botsuana y Zimbabue son más exclusivos y en estos países se encuentra el delta del Okavango y las cataratas Victoria.
Namibia no solo es safari, y lo mismo ocurre con Sudáfrica, donde además de hacer un safari, la visita a Ciudad del Cabo es obligada. En este país hay mucho que hacer y visitar.
Un safari es el destino ideal para apreciar de cerca la belleza de los animales salvajes en su entorno natural. En función del presupuesto, del número de días, de tus gustos y aficiones o de la época del año, te recomendaremos uno u otro. Consúltanos, somos especialistas.