Es el único atolón de las Islas de Societé en la Polinesia Francesa. Tiene un diámetro aproximado de 7 kms y está rodeado de 13 «motus» o pequeños islotes y sus aguas están coronadas por una barrera de arrecifes de coral.

Con esta descripción, no es difícil entender que, en 1966, Marlon Brando se enamorase de un paraje tan bello durante el rodaje de la pelicula El Motin de la Bounty y decidiera comprar la isla.
El legendario actor quiso por encima de todo preservar Tetiaroa, su diversidad y su riqueza natural, creando un centro para la búsqueda y protección del medio ambiente.
En el 2013 se inauguró el Hotel The Brando, con 35 villas y totalmente ecológico, emisión carbono cero.

El pasado mes de marzo tuve la suerte de estar alojado en él. Sólo se puede acceder al hotel con una avioneta de Air Tetiaroa. El trayecto dura aproximadamente 20 minutos y el sobrevuelo antes de aterrizar es algo que nunca olvidaré, uno de los mejores atolones que, por el momento, he visto del mundo.
La llegada fue espectacular, el mismo director viene hasta el pie de la avioneta con todo su equipo a recibir a los recién llegados.
El sentido de la exclusividad y el lujo adquiere un nuevo sentido en estas instalaciones: todas las villas están inmersas en medio de la vegetación, con privacidad absoluta. Todas cuentan con una espectacular piscina privada y disponen de una persona encargada de ofrecer el asesoramiento que el cliente necesite.Las instalaciones ofrecen 2 restaurantes y ahora, están acabando el tercero en la propia la playa, además de 3 bares.
Cada día se organizan eco-tours por el interior de la laguna, pero mi mejor consejo es pasear o hacer un recorrido en bicicleta por el interior del atolón. La laguna es única.
The Brando es, en mi opinión, uno de los mejores hoteles del Pacifico Sur en la actualidad. El espacio ideal para descansar, sentir la paz y serenidad.
Consúltanos y te informaremos de los itinerarios ideales para descubrir la Polinesia Francesa.
Algunas de las imágenes por cortesía de The Brando Resort.